Representa una caída de casi un 1% respecto a lo que se había registrado en el cierre del año pasado cuando el desempleo era del 8,5%.
0 Comments Autor: Chales Mc Dermont on 03 septiembre 2007 at 12:48.
RIO GRANDE.- La desocupación en Tierra del Fuego es del 7,7% -por debajo de la media nacional que se registró en un 8,5%- según reveló la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que lleva adelante la Dirección de Estadística y Censos de la Provincia. Según este mismo relevamiento, el nivel de empleo se ubicó en el 43,7% y la subocupación está en el 4,9% contra un 10,2% a nivel nacional.
Ese 7,7% representa una caída respecto a las cifras que había registrado en 2006 la provincia, que al cierre del último trimestre dejó ese año con un desempleo del 8,5%.
María Luz Di Marco, titular del área provincial, analizó éste último punto al sostener que la tasa de actividad, debido a que la fueguina es una población joven que también supera la media nacional, por ende la franja poblacional en condiciones de trabajar siempre será mayor.
Al estudiar los datos referidos a la desocupación explicó que «esto se debe a que en el resto del país en muchos conglomerados hay población más grande, de entre 40 y 50 años que ha perdido su empleo y está buscando. Los desempleados fueguinos son personas jóvenes, de alrededor de 20 años, que están haciendo presión sobre el mercado laboral y posiblemente encuentren más rápido trabajo que en otras partes del país», aunque puntualizando sobre estos últimos datos asoció el nivel del 7,7% a la implementación del megapase al Estado provincial.
«A raíz del megapase todos aquellos que figuraban como subocupados, porque trabajaban menos de 35 horas semanales, es decir las personas en planes de empleo pasaron a ser ocupados», recordó Di Marco en declaraciones radiales.
«Hoy en día la subocupación en Tierra del Fuego que está en el 4,9% -contra un 10,2% a nivel nacional- se refiere a personas que tienen changas u horarios reducidos de trabajo, pero es un porcentaje bastante bajo de población», dijo.
En estos últimos puntos hizo referencia a los efectos de la migración interna hacia la isla, que sigue dando niveles a tener en cuenta, y su incidencia sobre los porcentajes. «Mientras la provincia siga tomando este tipo de medidas -megapase-, las personas se van enterando a través de sus familiares o medios de comunicación y van donde hay trabajo».
«Tenemos datos de los Registros Civiles solamente de cambios de domicilios y vemos cifras particularmente significativas. Hay meses donde a lo mejor hay 800 cambios de domicilios. Hay días en los que se registraron 50 cambios. Esto indica que la gente viene de otras provincias e inmediatamente hace cambio de domicilio para conseguir un trabajo. Es una realidad que no se puede soslayar y quien tenga el poder de decisión verá cómo reúne todos estos datos y qué política pública aplicará para que esto conlleve una planificación», sugirió la funcionaria.
El Sur
Ese 7,7% representa una caída respecto a las cifras que había registrado en 2006 la provincia, que al cierre del último trimestre dejó ese año con un desempleo del 8,5%.
María Luz Di Marco, titular del área provincial, analizó éste último punto al sostener que la tasa de actividad, debido a que la fueguina es una población joven que también supera la media nacional, por ende la franja poblacional en condiciones de trabajar siempre será mayor.
Al estudiar los datos referidos a la desocupación explicó que «esto se debe a que en el resto del país en muchos conglomerados hay población más grande, de entre 40 y 50 años que ha perdido su empleo y está buscando. Los desempleados fueguinos son personas jóvenes, de alrededor de 20 años, que están haciendo presión sobre el mercado laboral y posiblemente encuentren más rápido trabajo que en otras partes del país», aunque puntualizando sobre estos últimos datos asoció el nivel del 7,7% a la implementación del megapase al Estado provincial.
«A raíz del megapase todos aquellos que figuraban como subocupados, porque trabajaban menos de 35 horas semanales, es decir las personas en planes de empleo pasaron a ser ocupados», recordó Di Marco en declaraciones radiales.
«Hoy en día la subocupación en Tierra del Fuego que está en el 4,9% -contra un 10,2% a nivel nacional- se refiere a personas que tienen changas u horarios reducidos de trabajo, pero es un porcentaje bastante bajo de población», dijo.
En estos últimos puntos hizo referencia a los efectos de la migración interna hacia la isla, que sigue dando niveles a tener en cuenta, y su incidencia sobre los porcentajes. «Mientras la provincia siga tomando este tipo de medidas -megapase-, las personas se van enterando a través de sus familiares o medios de comunicación y van donde hay trabajo».
«Tenemos datos de los Registros Civiles solamente de cambios de domicilios y vemos cifras particularmente significativas. Hay meses donde a lo mejor hay 800 cambios de domicilios. Hay días en los que se registraron 50 cambios. Esto indica que la gente viene de otras provincias e inmediatamente hace cambio de domicilio para conseguir un trabajo. Es una realidad que no se puede soslayar y quien tenga el poder de decisión verá cómo reúne todos estos datos y qué política pública aplicará para que esto conlleve una planificación», sugirió la funcionaria.
El Sur
La promoción industrial debe priorizar la creación de empleos
0 Comments Autor: Chales Mc Dermont on at 12:41.
Una de las políticas públicas provinciales en plena aplicación, mediante el Ministerio de la Producción, es la generación de valor económico agregado en la producción de los bienes y servicios locales, fundamentalmente en el sector de los alimentos: carnes y cereales, donde nuestra provincia tiene ventajas comparativas naturales y esta desarrollando las necesarias ventajas competitivas.
La principal herramienta de esa política es la aplicación de la ley provincial de promoción industrial que, al cabo de solo 2 años de vigencia, ha propiciado ya una inversión del orden de los $11 millones en 8 proyectos, generando 230 puestos de trabajo. Además, están en ejecución y/o en planificación otros 23 proyectos con una inversión de $431 millones, de donde se derivaran 1.870 empleos mas, totalizando una treintena de proyectos con una inversión agregada de $442 millones y la creación de aproximadamente 2.100 empleos.
De esa información global, se puede inferir que, inicial y lógicamente, se han instalado los proyectos de relativa baja inversión inicial (de un promedio de poco mas de $1 millón) y elevada capacidad de generación de empleos (1 puesto de trabajo cada menos de $50.000 de inversión inicial). Si incorporamos al análisis los proyectos que aun no entraron en operación, el tamaño promedio de un proyecto local industrial crece hasta una necesidad de una inversión inicial de los $14 millones, con una capacidad de generación unitaria de casi 70 empleos, visualizándose que se generaría un empleo por cada $200.000 de inversión inicial.
Seria posible potenciar aun mas las bondades de la aplicación de la ley de promoción industrial si se priorizaran los proyectos por su capacidad de mitigar el desempleo en el corto plazo, con la sola restricción de su cuidadosa revisión para que no signifiquen un sesgo antitecnológico en la presentación de los emprendimientos industriales, cuestión de las que están exentos los mas de 30 proyectos presentados hasta ahora.
Ese análisis indicaría prestar atención, en primer término, a los proyectos de servicios de apoyo a un proceso de industrialización, especialmente de la llamada “industria sin chimeneas”: el turismo, que puede crear un empleo de calidad y sostenible por cada $90.000 de inversión inicial. En segundo lugar, los proyectos de industrialización de alimentos serian capaces de generar un empleo por cada poco más de $100.000 de inversión, al igual que las industrias de los insumos para la construcción y la incipiente metalmecánica.
En tercer término estaría ubicada la industria textil, que ya precisa de casi $180.000 de inversión para producir un empleo capacitado y por último, los proyectos madereros y otros (bio combustibles, etc.) que necesitarían más de $300.000 de inversión inicial por cada puesto de trabajo a generar.
*Castor López, Diputado Provincial del Frente Cívico, por Recrear.
La principal herramienta de esa política es la aplicación de la ley provincial de promoción industrial que, al cabo de solo 2 años de vigencia, ha propiciado ya una inversión del orden de los $11 millones en 8 proyectos, generando 230 puestos de trabajo. Además, están en ejecución y/o en planificación otros 23 proyectos con una inversión de $431 millones, de donde se derivaran 1.870 empleos mas, totalizando una treintena de proyectos con una inversión agregada de $442 millones y la creación de aproximadamente 2.100 empleos.
De esa información global, se puede inferir que, inicial y lógicamente, se han instalado los proyectos de relativa baja inversión inicial (de un promedio de poco mas de $1 millón) y elevada capacidad de generación de empleos (1 puesto de trabajo cada menos de $50.000 de inversión inicial). Si incorporamos al análisis los proyectos que aun no entraron en operación, el tamaño promedio de un proyecto local industrial crece hasta una necesidad de una inversión inicial de los $14 millones, con una capacidad de generación unitaria de casi 70 empleos, visualizándose que se generaría un empleo por cada $200.000 de inversión inicial.
Seria posible potenciar aun mas las bondades de la aplicación de la ley de promoción industrial si se priorizaran los proyectos por su capacidad de mitigar el desempleo en el corto plazo, con la sola restricción de su cuidadosa revisión para que no signifiquen un sesgo antitecnológico en la presentación de los emprendimientos industriales, cuestión de las que están exentos los mas de 30 proyectos presentados hasta ahora.
Ese análisis indicaría prestar atención, en primer término, a los proyectos de servicios de apoyo a un proceso de industrialización, especialmente de la llamada “industria sin chimeneas”: el turismo, que puede crear un empleo de calidad y sostenible por cada $90.000 de inversión inicial. En segundo lugar, los proyectos de industrialización de alimentos serian capaces de generar un empleo por cada poco más de $100.000 de inversión, al igual que las industrias de los insumos para la construcción y la incipiente metalmecánica.
En tercer término estaría ubicada la industria textil, que ya precisa de casi $180.000 de inversión para producir un empleo capacitado y por último, los proyectos madereros y otros (bio combustibles, etc.) que necesitarían más de $300.000 de inversión inicial por cada puesto de trabajo a generar.
*Castor López, Diputado Provincial del Frente Cívico, por Recrear.
